Detrás de cada web hay una historia: Esta es la mía
Vamos a empezar por el principio. Puede que sea empezar demasiado por el principio, pero en esta sección te hablo de mí, y eso es justo lo que voy a hacer. Vivo en Coruña desde hace muchos años por un motivo muy sencillo: aquí se vive muy bien. Me encanta el Atlántico, disfruto de la naturaleza y, sobre todo, soy un apasionado de la buena comida. Todo esto es muy importante para mí, y es lo que me ha traído hasta aquí.
Pero no te distraigas, que no todo es fiesta. Trabajo con clientes de toda España, y si me llamas desde el extranjero o desde la luna, estaré encantado de ayudarte. Lo importante para mí es que las cosas funcionen y que hablemos el mismo idioma. Ya sea en español o en inglés, cualquiera de los dos me va bien. A partir de ahí, podemos ser tan amigos como quieras.
Mis inicios
Nací a finales de los 80, en una época en la que el mundo digital estaba a punto de explotar. Para algunos, soy joven; para otros, no tanto. Desde pequeño, los ordenadores me fascinaban, no solo por lo que podían hacer, sino por las infinitas posibilidades que me ofrecían para aprender y crear. Si eres de mi generación, seguro que recuerdas lo que era instalar juegos en MS-DOS. A mí, lo que más me divertía no eran los juegos, sino todo el proceso de instalación y los ajustes técnicos que había que hacer para que todo funcionara correctamente.
Con el tiempo, mi curiosidad por la tecnología me llevó a estudiar Psicología, porque siempre me interesó entender cómo funciona nuestra mente. Pero, después de mucho tiempo en las aulas, me di cuenta de que mi pasión no estaba en una consulta. Me atraía otro tipo de acción, algo que me permitiera aplicar lo que sabía de una forma más dinámica y creativa.
La transición al mundo inmobiliario
Mi siguiente paso fue una oferta de trabajo en el sector inmobiliario. No eran los pisos lo que más me interesaba, aunque también me gustaban, sino el hecho de aprender a vender. La venta es una habilidad esencial, y aprender a hacerlo bien no solo me enseñó a generar ingresos, sino también a entender mejor las necesidades de las personas. Esto ha sido clave en mi carrera como diseñador web, porque la capacidad de conectar con los deseos y necesidades de los demás es fundamental.
Pronto me di cuenta de que ser capaz de vender bien me daba una libertad que nunca antes había experimentado. Esa libertad me permitía disfrutar de las cosas que realmente me importan, y esa es una de las razones por las que decidí dar el salto al diseño web.
Mis primeros pasos como diseñador web
Después de años trabajando por cuenta ajena, decidí que era el momento de crear algo propio. Como era de esperar, lo primero que hice fue diseñar una página web para mi propio proyecto. Estaba convencido de que, con la accesibilidad que ofrecía Internet, podría llegar a más personas y reducir la inversión inicial de un negocio físico.
Mi objetivo era claro: crear un negocio en línea que me permitiera llegar a clientes de cualquier parte del mundo, lo que aumentaba enormemente mis probabilidades de éxito. Así que empecé a estudiar diseño web, matriculándome en diferentes cursos, pero pronto descubrí que esto no era tan fácil como pensaba. La curva de aprendizaje era mucho más pronunciada que cuando simplemente instalaba videojuegos en MS-DOS.
La lección del primer proyecto
Finalmente, contraté a alguien para que me ayudara con la web, y aunque el resultado fue decente, me di cuenta de que no me convencía del todo. Había pagado más de lo que quería, pero al no tener experiencia, acepté el resultado. Sin embargo, cuanto más aprendía sobre diseño web, más insatisfecho estaba con lo que me habían entregado. Así que empecé a hacer cambios por mi cuenta.
Meses después, logré transformar esa web en algo que realmente me gustaba. Este fue mi primer proyecto serio como diseñador web, y a partir de ese momento, supe que esto era lo que quería hacer profesionalmente. Sentí una gran satisfacción al ver cómo había convertido una web estándar en una que realmente me representaba.
El boom tecnológico y mi evolución
He sido testigo de cómo la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, y no deja de sorprenderme cómo las cosas pueden cambiar tan rápidamente. Hoy en día, damos por sentado herramientas y plataformas que hace solo unos años ni siquiera existían. Por ejemplo, en 2010, WhatsApp apenas contaba con 2 millones de usuarios en España, y hoy tiene más de 36 millones.
Lo mismo ocurre con los sitios web. En 2010, había alrededor de 1.6 millones de dominios “.es” registrados en España; hoy, en 2024, esa cifra ha crecido exponencialmente. Para mí, descubrir la capacidad de crear sitios web fue como encontrar un superpoder. Ser capaz de diseñar desde una web corporativa hasta una tienda online o una academia en línea es una habilidad increíblemente valiosa.
Dejé el sector inmobiliario y decidí dedicarme por completo al diseño web. Hoy en día, esta habilidad es muy demandada, y estoy convencido de que si aún no has visto el potencial de una web bien hecha, es porque no has tenido la oportunidad de trabajar con una de calidad. Y eso es algo que quiero cambiar para ti.
¿Soy el diseñador web que necesitas?
Si eres autónomo, diriges una pequeña empresa o estás lanzando una startup, probablemente tengas una visión clara de lo que quieres lograr. Ahí es donde entro yo. Soy experto en crear webs que no solo se vean bien, sino que funcionen de verdad. Si necesitas un sitio web que sea intuitivo, fácil de navegar y que realmente te ayude a conseguir resultados, soy la persona indicada.
Mi objetivo es diseñar webs que sean eficientes, prácticas y que te permitan enfocarte en lo que realmente importa: tu negocio. No me gusta complicar las cosas ni para mí ni para mis clientes. Quiero que disfrutes tanto de tu web como yo disfruto creándola. Al final del día, lo que me hace feliz es saber que tu web funciona a la perfección y que está ayudando a que tu negocio crezca.